Pocas veces nos preguntamos, ¿qué hay detrás de tantos productos que consumimos a diario?. ¿Qué historias encierra el tomate que usamos en la ensalada o el azúcar con que endulzamos el café?. En general, parecen ser el producto de la generación espontánea, no tienen historia, ni identidad, se reproducen en las góndolas o en los cajones de madera. En verdad, detrás del tomate, el azúcar, el queso, la manta, las medias, hay personas, vínculos, tierras, culturas. Hay una gran diversidad que, para sobrevivir, necesita ser reconocida y valorada por todos.
Hacer visible este trasfondo es un gran desafío porque implica captar “una forma de vivir” y de hacer agricultura. Además de ser un proceso económico-productivo que es vital para el desarrollo de una gran cantidad de familias argentinas.
Hacer visible este trasfondo es un gran desafío porque implica captar “una forma de vivir” y de hacer agricultura. Además de ser un proceso económico-productivo que es vital para el desarrollo de una gran cantidad de familias argentinas.
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